Por Majo Arrieta
Entre 1960 y 1971, comenzaba y terminaba la carrera musical de Sixto Díaz Rodríguez, cantante estadounidense, oriundo de Detroit, que de vez en cuando cantaba en los bares de la ciudad.
A mediados de los 70’ y en pleno apogeo del Apartheid, su música se convirtió en el himno de protesta de los jóvenes sudafricanos que se levantaban contra la opresión y el autoritarismo impuesto por el régimen. Sus discos alcanzaron la popularidad de los grandes ídolos musicales de todos los tiempos, con la pequeña diferencia que sus fans poco y nada sabían de él. Y claro,Rodríguez, que tiempo atrás había renunciado a sus sueños de artista, no estaba enterado de que, al otro lado del océano, inspiraba la vida de todo un país.